Cuentan que una multinacional del calzado envió a dos comerciales a una isla, para hacer un estudio de mercado y valorar si merecía la pena implantarse en ella.
Tenían un mes para enviar un informe a la central. Como la isla era grande, se repartieron el territorio.
A la semana, uno de ellos envía su informe a la central: "Mercado imposible, nadie utiliza calzado".
A las cuatro semanas, el otro envía su informe a la central: "Mercado increible, todos andan descalzos".